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Las puertas, además de separar estancias y dar seguridad al hogar, nos sirven para crear distintos estilos. Su elección ha de ser tomada teniendo en cuenta la función que debe realizar en cada estancia.

Una puerta es para aislar una estancia, cierto, pero también puede servir para dar más luminosidad a una habitación, para aportar calidez, crear un ambiente y formar parte de la decoración. Además, pueden conseguir que haya más o menos espacio dependiendo del tipo de puerta y su forma de abrirse.

Existen diferentes tipos de material que se utiliza para fabricar las puertas,; deberemos escoger el que mejor se adapte al hogar, teniendo en cuenta sus circunstancias, necesidades y ubicación, pues deberá ser un material que resista el tipo de clima en el exterior y la temperatura en el interior.

No todas las puertas de la casa han de ser iguales, se pueden utilizar como elemento decorativo en cada estancia y ser distintas, siempre teniendo en cuenta el uso que se le va a dar.

Los distintos estilos de puertas se pueden elegir con el mismo tono de las paredes, lo que dará sensación de mayor amplitud, o sus colores pueden contrastar con ellas para dar una impresión más dinámica. En el interior, las puertas con cristal permiten que entre la luz haciendo que las estancias sean más agradables.

La puerta de la cocina, la de la calle, la del baño y la del jardín tienen deberán cubrir unas necesidades especiales y diferentes a las del comedor o las habitaciones, ya que deberán ser adecuadas para resistir el calor y la humedad. Las puertas de exterior, además, deberán ser lo suficientemente seguras para evitar robos, por lo que no hay que elegirlas sólo por cuestiones decorativas.

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