Recientemente se habló y criticó mucho acerca de la iniciativa del ayuntamiento de Barcelona, con Ada Colau al frente, de los edificios construidos a base de módulos de contenedores reciclados, destinados a personas sin recursos.
Francamente, al margen de mi distancia ideológica con lo que esta mujer representa, he de reconocer que aquí me ha sorprendido gratamente, porque me parece una idea brillante, innovadora, ecológica y muy digna, que da solución a un problema que los que tenemos un techo sobre nuestras cabezas, no nos podemos ni imaginar.
Para empezar, se reciclan contenedores usados, lo que nos permite ahorrar un 58% de residuos, comparándolo con un sistema de construcción tradicional, así ya estamos hablando de sostenibilidad. Aparte del ahorro en materiales de construcción que supone el partir de los contenedores. Y por supuesto, el tiempo. En 4 meses, están listos para entrar a vivir.
Este primer edificio
Está compuesto por 16 contenedores (lo que no deja de ser una manera diferente de entender la arquitectura modular), ensamblados tipo tetrix, y protegidos por una cubierta y fachada exterior, que hace que el aspecto, sea ya como el de cualquier edificio de nueva construcción tradicional.
Equipado, como en cualquier otro edificio, con escaleras comunes, ascensor y vídeo-portero.
De las 12 viviendas, hay 4 de 30 m2 y de una habitación, y 8 de 60 m2 y de dos habitaciones. Algunas de estas viviendas tienen balcones y terrazas, que dan a un patio común, como puede tener cualquier edificio normal en cualquier parte del mundo. Éste, además, con un pequeño huerto urbano.
Las 12 viviendas constan de un pequeño salón, amueblado con sofá y con una zona de comedor, con su mesa y sus cuatro sillas, de cocina y de cuarto de baño totalmente equipados, y con 1 dormitorio con una cama y armario los de 30 m2 y con el salón más grande y otra habitación, equipada con literas y un armario, los de 60 m2.
Además, en la planta calle, hay un centro de salud y una lavandería compartida.
¿Qué hay que criticar aquí?
Yo creo que nada. Y me alegra saber que ya hay otro proyecto similar en marcha, éste un poco más ambicioso. 42 apartamentos. 35 de dos dormitorios y 7 de un dormitorio.
Hace ya tiempo, escribí un artículo titulado “La casa más estrecha del mundo”, hablando de una vivienda que todas las revistas de arquitectura trataban como algo singular, curioso y divertido. Vivir allí sí que hubiera podido resultar un poco incómodo.
Y qué hubiera sido del político al que se le hubiera ocurrido insinuar algo así para las personas sin recursos?? Ni pensarlo quiero….
A continuación os dejo las fotografías del edificio de contenedores construido por el Ayuntamiento de Barcelona:
