La semana pasada leí un artículo en el que se hablaba de la inauguración de dos hoteles: uno en Lisboa, El Fontana Park (arquitecto Francisco Aires Mateus e interiorista Nini Andrade Silva), y otro en Sevilla, el EME Fusion Hotel (arquitecto Juan Pedro Donaire e interiorista Estudio Tarruella & López).
Me hizo gracia porque sin tener nada que ver, ambos tienen un detalle en común, y es la integración del cuarto de baño en el dormitorio. Es una solución que últimamente se está utilizando mucho en este tipo de establecimientos. Los dos hoteles son fantásticos, pero creo que hay que tener cuidado con este tipo de recursos.
La primera vez que me encontré con algo parecido fue cuando estuve alojada en el hotel Faena de Buenos Aires (interiorista Philippe Stark) en el año 2005. En realidad, el cuarto de baño está separado del dormitorio por un gran tabique de vidrio del que se puede independizar visualmente corriendo unos pesados cortinones de color rojo en caso de querer aislarse. El resultado, práctico y espectacular.
Curiosamente, en una obra que realicé en el año 2003 en la que ejecuté un proyecto del conocido arquitecto Carlos Vega, adoptamos esta solución, pero a lo grande. Baño integrado directamente en el salón de una vivienda, separado por un vidrio transparente sin ningún tipo de elemento que en un momento dado pudiera ocultarlo. El inodoro independiente en cabina y la encimera del baño comunicada a través de otro vidrio transparente con la encimera de la cocina. Atrevido, fluido y transgresor. ¿El cliente? Hombre, muy joven y soltero.
Hay soluciones que por desgracia sólo pueden realizarse con un público concreto. La idea en hoteles, me parece práctica resolviéndolo como se hizo en el Hotel Faena, pero creo que hay que tener mucho cuidado con dejar el baño abierto sin posibilidad de poder tener mayor intimidad en un momento dado. El diseño, por original que sea, nunca debe estar por encima de la funcionalidad. Los espacios además de ser especiales, deben de ser prácticos.
Que sea visible la bañera vale (a modo de yacuzzi) pero el lavabo… a la hora de lavarte los dientes con una mampara de cristal coincidiendo con la cocina no creo que le guste para quien en ese momento esté desayunando.