En Cevisama, la feria de cerámica que se celebró hace unos fines de semana en Valencia, presentaron un producto al que llaman «Diet floor», que descrito a grandes rasgos, es un tipo de baldosa con un sistema incorporado que nos avisa cuando estamos demasiado tiempo frente a la nevera (en realidad no sé si también avisa si estamos poco, pero vamos mucho, no olvidemos que hay gente con las ideas muy claras) y esto, suponiendo que sea allí donde queramos colocarla.
Me pregunto, por qué ya puestos, no lo conectan, por ejemplo, directamente con la comisaría de policía, que vengan a detenernos, por glotones. O con un sistema que haga saltar una alarma sonora que alerte al vecindario, seguro que resultaría mucho más efectivo, o por ejemplo, con un sistema de altavoz que grite en todo el edificio ¡Atención, Fulanita se va a comer su tercer trozo de chocolate en los últimos 10 minutos!.
Estoy totalmente a favor de la incorporación en nuestras vidas de todos los avances tecnológicos que nos faciliten los quehaceres diarios, pero creo que debemos de tener cuidado, porque a veces puede derivar en cosas, que a mi juicio, resultan excesivas y absurdas. Desde luego, esta es una propuesta que jamás les haré a ninguno de mis clientes, entre otras cosas porque probablemente no me contraten si, ya antes de empezar a trabajar, les estoy llamando gordos.