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Desde luego, como concepto no se me ocurre nada más opuesto a la idea de hotel con encanto, y  me imagino que hay que entenderlo desde otro punto de vista.

Surgen inspirados en los hoteles cápsula de Japón, que fueron los primeros, y la idea, es insertarlos en espacios hiperactivos, tales como estaciones y aeropuertos, cuando para el viajero de largos recorridos, con escalas, o para el que es víctima de un largo retraso, y  ante la idea de una larga espera ante en la que  no existe  la posibilidad de descanso en un hotel convencional, pero el tiempo es lo suficientemente largo como para resultar incómodo, la posibilidad de alquilar estas cajas de sueño, en las que huésped y pertenencias están a salvo, es una opción poco atractiva, pero práctica y eficaz .

Las dimensiones son pequeñas, pero sirven para alojar una cama, televisión, enchufes para cargar teléfonos, conexión para el portátil y sistema de ventilación. Las camas, de dos metros, cuentan con un sistema automático de cambio de sábanas, y si uno se quiere dar una ducha, en principio va a tener que aguantarse, y para ir al cuarto de baño, pues a la ubicación más cercana de  aseos del aeropuerto o estación en cuestión.

Son creación del estudio ruso Arch Group la primera se instaló en el aeropuerto internacional de Moscú en agosto del 2011, y está previsto insertarlas, si es que no se ha hecho ya, en  los aeropuertos de París, Bangkok, Munich y Pekín.

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